Introito

Las historias de EGM están reunidas en amplios ejes temáticos con nombres pretenciosos. Por necesidad, por gusto y por ideas plumíferas como esta: me gustan los títulos con musicalidad. En ocasiones, más que los textos mismos.

A los textos, además, les encanta cruzarse de cama. Por eso verán relatos y cuentos bajo varias categorías. La letra se resiste a los encasillamientos, pero he tenido que castrar la hibridación por cuestiones administrativas. Así, cada historia participa de hasta tres temas. Al cuarto, al sobre sin postre.

No obstante, la mixtura es natural. Cada eje temático/serie puede pensarse como unidad de sentido singular. Como un libro. Luego, cada uno de esos libros se incorpora a un relato mayor, inacabable e inabarcable. La idea me obsesiona y no soy su única progenie ni la mejor. (Allí está Ende, por ejemplo.)

Dedicaré mi vida a resolver esta inquietud almorzando y cenando arroz y una hogaza de pan en el monasterio. Mientras, así pueden ser leídos los textos de El Gemelo Malvado:

Las series

JUERGA DE PALABROS

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Ensayos con frases. Polaroids. Palabras a balazos. Rupturas. Oraciones montadas en lanzas y flechas. Quilombo de letras sin ton ni son. Los textos de Juerga de Palabros son un ejercicio de construcción libre que no reconoce métricas poéticas. No por decisión, sino por desconocimiento.

El principio rector de la Juerga de Palabros, si lo hay, reside en que el sentido no es unívoco. Estos textos, en particular, son partículas sueltas de significados mayores. ¿Adónde van? Nunca dicen y no están Wittgenstein ni Eco para aclararlo. Mayores explicaciones no huelgan; sólo aburren más.


LA OTRA MUERTE DE HERCULES POIROT

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La serie, que lleva el título de un relato inédito, reúne las historias oscuras de El Gemelo Malvado. Crímenes menores y mayores en sentido lato y restringido. Buenas y malas artes. Relatos y cuentos de ficción y no-ficción, sanguinolentos o incruentos.

Lo que muere o pervive, siempre, es la inteligencia. “La otra muerte de Hércules Poirot” allana el camino. Así pasen los años, la fatalidad de las células grises es irremediable. Una parte se ve aquí, la otra frente al espejo.


PICCOLO INFERNO

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Estamos rodeados. Más nos empeñamos en independizar la existencia, más nos atosigan vecinos, parientes y desconocidos. El pasado tarasca como Glenn Close a Michael Douglas. Somos velitas ardiendo en un fuego universal.

Nada, pero con sentido del humor. “Piccolo inferno” es el territorio del sulfuro pedestre, historias del absurdo y la paradoja cotidianas.

Los relatos breves de situaciones álgidas tienen ironía, sarcasmo, una pizca de cinismo y alguna sombra de esperanza allá al fondo. Quizá sea una batalla perdida contra la falsa premisa de que siempre se puede estar peor, pero si al final igual no seremos nada, al menos esperemos el viandazo con las medias altas y la pelota controlada.

A la costumbre, la rutina, el vacío y el apio en la ensalada, resistencia. En el inventario ya no queda salvación gratuita. Relájense y gocen.


TEXTOS QUE HACEN PLOP (20)

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Que es un perro. O un avión. O quizá una mujer. La historia parece ir para un lado y de repente pone luz de giro. Final imprevisto (o no). Lo que ves no es lo que hay y vicerveza. “Textos que hacen plop” colecciona historias y relatos con twists, y giros más o menos logrados. A veces salen bien, a veces mucho peor.

(Todo este párrafo es un licuado de bilis con kiwi para sopapear semiótica y filosofía.) En estas construcciones lógicas, juegos de conjunciones disyuntivas y contradictio in terminis, los desenlaces son lo de menos. (Trague) Llegar, siempre se llega a algún lado, por eso lo que vale es el camino. (Otra vez) Habiendo meta, lo demás es indecisión, dijo alguien una vez. (No vomiten el libro de Camus, por favor.)

Grissom, House y Monk se entrenaron leyendo Textos que hacen plop” en El Gemelo Malvado. Se hicieron famosos, pero no les sirvió demasiado. Andar anchos de método deductivo no auxilia cuando la lógica cartesiana se queda fuera golpeando la puerta del blog. Para eso, Ulises” a la mañana y Rayuela” por la tarde. Los demás, una vuelta en U y volvemos de vuelta a dar la voltereta.


VIDA AMEBA

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Una “Vida ameba” es un diminuto relato de pequeñeces diarias. Únicos e indivisibles y todo lo contrario, componemos el día con esas historias de nuestra carne y güeso. Cuando aparece una impersonal, como en El Gemelo Malvado, creemos que es nuestra vida retratada. Toda ameba siente lo mismo enfrentada a una vecina.

Pero no hay intrascendencia sino simples descreídos. Las buenas historias saludan también bajo el lente del microscopio. Piden a gritos tratamiento. Todos podemos tener vidas unicelulares hasta que leemos a Coelho y nos creemos luciérnagas rescatadas. Entonces brillamos fugazmente. Afuera espera el sapo.

Amebas sobre el planeta, se fagocita lo que hay a mano. Cambias porque no hay frontera y te metes en todas partes: agua, tierra, cuerpos. Somos chiquitos y molestamos en cualquier lado. Aquí hay algunas historias nuestras. Lo esencial es invisible a los ojos. El poder (ser) también.


YO TAMBIEN ESTUVE EN VIENA

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En el viaje low cost el avión tocará Fiumicino y Beauvais un ratito así de grande, subirá el ganado al estómago y lo bajará en el próximo destino. Al final del viaje, recién arribada a Buenos Aires, una modelo estirará sus largas piernas de gacela Thomson y dirá: “Conocí Roma y París”. Sí, claro.

Yo también estuve en Viena” son historias urbanas. Historias con catastros que apenas conocemos por el aire aunque los caminemos a diario, con ciudades protagonistas y con barrios ausentes.

Si las aproximaciones son siempre relativas, estos relatos cumplen la norma. Las ciudades de “Yo también estuve en Viena” a veces son la historia y a veces el marco. Las ciudades son excusas para hablar de nosotros.


LA REVOLUTA

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(Novela, 1998) Los adelantos se publican en El Gemelo Malvado. La novela se renueva cada siete o quince días en su blog, Piquetero VIP. Más detalles en Blogs del autor.


LA VIGILIA

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(Novela para internet, 2008/-) Se lee en El Gemelo Malvado o en su blog, La Vigilia. Más detalles en Blogs del autor.